miércoles, 20 de mayo de 2009

La (mala) educación sexual

Seguimos a vueltas con lo mismo. Me gustaría poder cambiar el tema, pero es que me resulta del todo imposible no comentar esta actualidad que nos imponen, seguramente para que no pensemos en la gran incapacidad de este Gobierno para resolver una crisis económica de grandes proporciones.

La gratuidad de la píldora del día después es la nueva alegre idea que se les ha ocurrido a estos progres, que de tan progres son regrés.

La primera idea que me surge es ¿por qué tenemos que pagar con nuestros impuestos la mala práctica sexual de una mujer? y digo mujer porque es la que se toma la pastilla, no porque el hombre no realice una mala práctica. La respuesta queda en el aire.

Se nos bombardea desde los grupos mediáticos teledirigidos con la mala educación sexual que reciben los jovenes. En eso estoy completamente de acuerdo, el matiz es que el feminismo y los grupos de izquierda lo dicen porque quieren "ir a más" en las enseñanzas que han realizado desde los últimos años. Pero en algo estamos de acuerdo, que la educación sexual que reciben los jóvenes es mala.

A mi entender, a las nuevas generaciones se les ha adoctrinado en el "todo vale", disfruta, mantener relaciones sexuales no tiene consecuencias, practicando el sexo serás feliz... Medias verdades, que son las peores de las mentiras. Sólo hace falta ver el número de embarazos no deseados, los contagios por transmisión sexual, etc para comprobar si esa política solucionaba algo, y creo que los datos nos dicen que eso no soluciona nada.

Mucho se ha criticado al Papa por las palabras sobre el preservativo como solución para terminar con el SIDA. Ojo, no hablo desde un punto de vista religioso, pero creo que Benedicto XVI tiene razón en su planteamiento. No estoy en contra de que la gente utilice un preservativo, pero lo que no se puede pretender es que la única política para la prevención de las enfermedades de transmisión sexual sea el uso del condón. Con esto método anticonceptivo no se soluciona nada, se podrán evitar algunos casos, pero no solucionar el problema. Hace falta una mejor educación, como por ejemplo en tema de promiscuidad.

Y es que al margen de temas morales, siempre me he preguntado porque el Estado para evitar enfermedades, embarazos no deseados no realiza nunca campañas de abstinencia, o algo parecido, que fuera de toda duda es lo más eficaz. En cambio paga promociones de preservativos, que digo yo ¿no deberían ser los fabricantes de profilácticos los que se pagasen sus campañas? Y es que el preservativo no es el único método anticonceptivo. Debería de revisarse a fondo los "donativos" que da la industria farmaceútica y los fabricantes de condones y quien recibe ese dinero, pues podría haber no sólo incompatibilidades sino hechos delictivos.

Pero el fondo del asunto, a mi entender, es que a los jóvenes se les ha inculcado el "aquí no pasa nada", escapa por la vía fácil y no sufras. No seas consecuente con tus actos. Esa es la cuestión, la falta de asumir las responsabilidades. Una persona tiene que saber que si mantiene relaciones sexuales sin usar métodos anticonceptivos lo normal es que se conviertan en padres, y que tienen que asumir los actos que libremente escogen. Y eso no es sólo que no se diga, sino que se le anima a que así sea. Y que mensaje tan peligroso es fomentar el "haz lo que quieras que no tendrás que preocuparte de sus consecuencias".

Y volvemos a hablar de la píldora. Cada vez que se toma una de esas pastillas es el reflejo de un fracaso, tanto personal como didáctico. Y enlazamos también con lo anterior, que se asuman las consecuencias: cuando las chicas utilicen las píldora del día después como otro método anticonceptivo más, con los problemas de salud que eso te va a causar, que no reclamen a la Seguridad Social que les arregle el desaguisado que ellas mismas se han producido.

Asumir las consecuencias de los actos. La primera de las lecciones para la nueva educación sexual y la primera de las lecciones de la vida.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Antonio Vega

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"Sin dolor, pensó en la tierra que dejó
Entre el barro y las estrellas decoró su mansión
Ante el espejo su cara le asustó
A una lagrima reseca se aferró
Dejó pasar el tiempo hasta acabar la contienda,
luego en busca de su corazón partió"

____________ (Antonio Vega)

Descanse en paz maestro.

martes, 31 de marzo de 2009

ANTE LAS MENTIRAS DEL ABORTO

Ya se apuntó en este blog, en un post titulado “En defensa de la vida”, algo al respecto pero hay que seguir poniendo de relieve y desenmascarando las mentiras que desde el Gobierno y las clínicas abortistas se nos están imponiendo como verdades.

Lo primero y esencial es repetir que el aborto es un delito. Así lo recoge el Código Penal en su Libro Segundo (relativo a los delitos y sus penas), Título Segundo, es decir se tipifica entre el homicidio y sus formas y las lesiones. Por lo tanto, quien practique un aborto, o aborte en España está cometiendo un ilícito penal.

Es verdad que el Tribunal Constitucional (TC) despenalizó el aborto en tres supuestos: 1) grave riesgo para la salud física o psíquica de la madre 2) supuesto eugenésico 3) violación de la mujer. Es decir, que el TC sentó jurisprudencia e hizo, salvo estas excepciones, una defensa de la protección de la vida del nasciturus, ya que el derecho a la vida es el principal de los demás derechos y causa de éstos. Por eso no se puede establecer el aborto libre en España, porque al no nacido también le protege la ley.

Otra de las grandes mentiras con las que nos machacan desde determinadas ideologías, es que no se quiere que ninguna mujer esté en la cárcel por abortar. Lo primero es saber ¿cuántas mujeres están en prisión cumpliendo condena por cometer este delito? que yo sepa, ninguna. Lo segundo, y más grave si cabe, es analizar la naturaleza de ese eslogan “ninguna mujer en la cárcel por abortar”. Reflexionemos ¿se está afirmando desde el Gobierno que la comisión de un delito no debe de ser penado? porque entonces se produce el derrumbe del Estado de Derecho, la Justicia, o el mínimo exigido al sentido común que debe regir una sociedad. Pero se puede ir más allá, si no se quiere que la madre que aborta, o el que practique el aborto, vaya a la cárcel ¿para qué se plantean entonces unos plazos dentro de los cuales se puede quitar la vida al feto? porque a fin de cuentas, si uno no considera que abortar es un delito, le debe dar igual que sea la semana 10, que el octavo mes de embarazo.

He de reconocer que la lluvia de eufemismos es intensa cuando se habla de aborto (eufemísticamente interrupción voluntaria del embarazo). Uno de los disfraces dialécticos que más me ha llamado la atención es sin duda ese que diferencia entre el no nacido que puede vivir independientemente de la madre y el que no, como si un feto de 6 meses siguiese en el vientre materno por capricho, porque se está muy agustito allí… y ahora que lo pienso esperemos que no se produzcan nunca las dificultades de emancipación que tienen actualmente los jóvenes españoles, porque me estoy viendo que en vez de 9 meses se pueden echar 18 dentro de casa-mamá.

No se puede olvidar que esta reforma que se pretende hacer de la ley está ideada por las clínicas abortistas que operan impunemente en España, y digo impunemente porque cuando la Guardia Civil y la Policía han actuado contra ellas, el Gobierno las ha respaldado. Da igual las muchas irregularidades que hayan cometido, tanto en el incumplimiento de realizar abortos sólo en los supuestos que establece el TC, como en sus obligaciones tributarias. Da lo mismo, tienen un poder suficiente sobre el actual Gobierno. Lo que no deja de ser paradójico que se intente modificar la Ley del Aborto para legalizar a los que no cumplen con el derecho. Es lo mismo que quitar las restricciones a la caza para que no haya cazadores furtivos y así éstos estén dentro de la ley.

Ante la gran mentira del aborto se manifiesta la gran verdad de una sociedad corrupta moralmente, con una ideología bipolar, que es capaz de proteger más férreamente la vida de un animal que de un ser humano, que castiga más fervientemente a una persona que roba porque no tiene medios para subsistir que a la que practica el aborto, que pretende dejar impune al que no ha sabido ser diligente y responsable en su vida sexual y que para “solucionar” sus miedos y fobias pretende terminar con la vida de su hijo, y hablo de esa madre y de todos sus cómplices. Todo esto, lo queramos o no, es una sociedad falta de autoridad moral que está sedienta de justicia y hambrienta de humanidad, porque antes que la muerte está la vida. La vida por encima de todas las cosas.

lunes, 23 de marzo de 2009

La gravedad moral del aborto, Barreiro dixit

A veces en La Voz de Galicia encuentro cosas interesantes. Sólo a veces.

http://www.lavozdegalicia.es/opinion/2009/03/23/0003_7607883.htm

sábado, 21 de marzo de 2009

Comportamientos marginales

Hoy he sido testigo de la materialización de lo políticamente correcto.Lo había sido anteriormente pero este es el ejemplo más reciente.El lugar de los hechos fue en la sede de una conocida multinacional francesa del ocio. Mi cultura-dependencia tecnológica me obliga a visitar estos lugares habitualmente. Estaba "jugando" con un portátil Mac Book Air cuando se acerca un chaval de unos once años, eso si, de etnia romaní. Vamos, un gitanillo. ¿Es importante la raza del zagal? Pues creo que si. Ahora verás:

El chaval se acerca a mi y me pregunta si el "ordenadó tiene la interné". Le contesto que no lo sé y sigo a lo mio. Acto seguido comienza a golpear el teclado de un portatil situado frente a mi. Imaginé que estaría probando las ventajas del nuevo sistema operativo de Mac. Resultó que el portátil estaba bloqueado. Siguió golpeándolo ante la pasividad de dependiente que atendía a muy pocos centímetros del pórtatil víctima de este cafre. El mismo dependiente que en otras ocasiones "te pega el toque" a la mínima si sobas demasiado los productos. ¿Por que en esta ocasión el empleado no abrió la boca? Pues me imagino que vio en el chaval a un cliente potencial. Sin más.

Buenas noches.

Sin Dios, Sin Amo...¿Sin Estado?

Creo que nunca he tenido un verdadero sentimiento religioso. Mi educación es católica y he sido, y soy, testigo del sentimiento religioso de mis familiares pero yo, por ahora, no tengo ese sentimiento. Ahora bien, agradezco que mis pilares morales sean católicos. ¿Por qué? Pues porque creo que el catolicismo es ante todo la ética de la libertad y del respeto al individuo. Representa en gran medida, y al margen de épocas pasadas,una gran frontera a la omnipresencia del estado en nuestras vidas.
Estas pequeñas ideas que acabo de apuntar molestan. Molestan a gran parte de los miembros de nuestra penosa clase política, a intelectualillos de tertulia, "todólogos" y demás fauna ibérica.
La carrera de Ciencias Políticas te enseña a pensar la política desde múltiples puntos de vista. Pensar la política es analizar los actores implicados, intereses,juegos y lógicas. En nuestro país, la Iglesia es un actor más del juego social y político. Y lo es con todo derecho y con la legitimidad que otorga ser la voz de millones de creyentes en unos de los países más católicos del mundo junto a Irlanda, Italia, Polonia y Brasil. Desafortunadamente nuestro actual gobierno es postmaterialista. Es más, como dice mi amigo Eduardo, "Zapatero es el líder político más postmaterialista del mundo". Esa afirmación implica que hay un programa político en el que una niña de 16 años puede abortar con total libertad pero no puede fumar ni beber alcohol. La unión de parejas homosexuales es un matrimonio como el de mi padre y mi madre. Son los gays los que tienen derecho a tener hijos no los menores los que tienen derecho a un padre y a una madre....los ejemplos son innumerables. El postmaterialismo es vaciar de sentido las palabras, los valores, las instituciones, las ideas y llevarlo todo al relativismo más absurdo ("nación es un un concepto discutido y discutible"). Este relativismo nos afecta y nos afecta porque el estado dicta normas morales: no te drogues, cuida tu salud, lee libros, usa condón...Tenemos pues un estado que actúa desde el más puro de los relativismos morales. Frente a él....la Iglesia, la moral de cada individuo y la libertad de hacer lo que te de la gana.

Esta es la principal razón que se me ocurre para explicar el odio que la Iglesia y lo católico despierta en nuestro actual poder ejecutivo. Representa un límite, un competidor en la generación de pautas morales, un freno a su demagogia, en fin, la nada intelectual frente al gran faro moral de Occidente. No nos olvidemos de lo que representó Juan Pablo II en la caída del comunismo: la defensa de la dignidad y de la libertad del individuo frente al Estado asesino.

Salud camarada.

viernes, 27 de febrero de 2009

El gusto por el Poder

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El domingo hay elecciones en Galicia. Y visto lo visto esta campaña electoral creo que era nacesario un artículo como éste, el poder y el hombre, una relación de amor y perversión.

Cuando uno está en la oposición siempre suele criticar los excesos del que gobierna, prometiendo que cuando él gobierne esos lujos se terminarán. Incluso llegan a creerse que eso será una realidad. Creen que sus principios están por encima del bien y del mal, a ellos (se autoconvencen) el poder no les cambiará. ¿Qué puedo decir? ja ja ja, que diría Bermejo. Temo de aquel hombre que asegura que el poder no le cambiará.

Pero al tema. Hemos visto esta semana como el nacionalista gallego Anxo Quintana se paseó en el fabuloso velero de Jacinto Rey para hablar de sus cosas (y de las nuestras). Y no sé si me quedaré en la anécdota, pero que para mí es una metáfora perfecta, del tema de la bandera del barco. Esa grandiosa bandera española no inoportuna lo más mínimo al bueno de Anxo, algo que sí sucede en su despacho, si por su ideología fuese no habría ninguna bandera nacional en todo Galicia. Eso sí, para disfrutar de una buena vida a bordo no importa lo más mínimo.

Y en ese hecho radica el verdadero juego de los nacionalismos. Aprovechar en todo lo que se pueda del régimen político del estado español (todo en minúsculas porque es lo que se merece) para obtener beneficios personales y políticos. Se trata ni más ni menos que de volar el edificio desde dentro.

El poder, el saberte mejor que los demás, hace que se cometan torpezas como engañar a unos ancianos para hacerles creer que se van de viaje a Portugal y meterles en un mitín del BNG. Eso no es lo peor, por si no fuese suficiente el engaño les tiene hora y media con un discursito fideliano. Pero la cosa no acaba ahí, a los ancianos se les cobró 15 euros, así que incluso hasta pueden ganar dinero con el mitín. De coña.

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Pero el BNG no tiene la exclusiva. El gasto de Touriño, y del Partido Socialista de Galicia, en coches oficiales es un escándalo. Si uno de los coches del presidente de la Xunta cuesta más que el del Presidente de los EE.UU. es para sospechar de que a alguien le están dando gato por liebre, o bien a Touriño que le inflan la factura, o bien a los gallegos que les toman por tontos. Si a eso se suma el gasto de 2.300 € la silla de funcionario la cosa es muy preocupante.

También el gusto por la reforma de los despachos es un hecho que llama sobremanera la atención ¿por qué esa necesidad por lo zen? ¿por qué hay que cambiar el despacho que usaba un conselleiro o el antiguo gobierno popular? Lo que está claro es que si lo tuviesen que pagar de su bolsillo se lo pensarían mejor y seguramente irían al Ikea a comprarse los muebles que montarían ellos mismos. Pero, como dijo la rockera y ex-ministra de Cultura Carmen Calvo, el dinero público no es de nadie, aquí no pasa nada.

Por eso es necesario un cambio ético y moral en l manera de vivir de nuestra casta política que se toman su servicio a la comunidad como si de altos ejecutivos de empresa se tratasen, y no lo son. Simplemente están ahí para servir a que las vidas de los ciudadanos avancen y mejoren; no para que tengan que contribuir con sus impuestos al lujo con el que les gusta vivir.